CON ELEGANCIA – Loquillo (Jacques
Brel – Gabriel Sopeña)
Incluso cuando se sienten
como romanos,
-de aquellos de la época de
la decadencia-
se rascan la memoria con las dos manos
sin poder hablar más que con su silencio...
Y ya no quieren hacerse amar,
¿por qué se dan muy poca importancia?
están desesperados,
pero con elegancia...
se rascan la memoria con las dos manos
sin poder hablar más que con su silencio...
Y ya no quieren hacerse amar,
¿por qué se dan muy poca importancia?
están desesperados,
pero con elegancia...
Sienten la pendiente más
resbaladiza
que antaño, cuando su cuerpo aún era ligero,
y leen en los ojos de las jovenzuelas
que cuarenta años es una provincia...
que antaño, cuando su cuerpo aún era ligero,
y leen en los ojos de las jovenzuelas
que cuarenta años es una provincia...
Y queman su juventud moribunda
aparentando que les hace gracia:
están desesperados,
pero con elegancia...
pero con elegancia...
E irán atravesando locales
donde serán los más viejos
salpicando con las propinas
a callados camareros;
susurrando barbaridades
a hembras que casi estén rancias:
están desesperados,
están desesperados,
están desesperados,
pero con elegancia...
Conocen el peso de su cobardía,
y pueden no perdonarse jamás,
y saben prescindir un día y otro día
de eso que se entiende por felicidad.
pero con elegancia...
Conocen el peso de su cobardía,
y pueden no perdonarse jamás,
y saben prescindir un día y otro día
de eso que se entiende por felicidad.
Y aunque casi no hay en qué soñar
se sienten orgullosos
porque aún bailan sus almas:
están desesperados,
pero con elegancia...
pero con elegancia...
pero con elegancia...
pero con elegancia...
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