miércoles, 1 de mayo de 2013

...Y VENGA A VERTE (Habanera triste y sin timón)



...Y VENGA A VERTE (Habanera triste y sin timón) - Nel.lo Herrerías



Érase un barco chiquito, pero velero,
con su sirenita y su marinero;
casi siete años por los siete mares:
la calma, a dúo; la marea, a pares.

La risa era brisa y el amor el viento
con el que navegaban el firmamento:
atracando puertos, recorriendo el mundo,
viviendo la Vida a cada segundo.

Sudor, afecto, agua y sal se mezclaban
cuando a cubierto o en cubierta se amaban;
arriaron las velas, vendieron el ancla
e izaron ¿para siempre? una bandera blanca.

Pero, un día, olvidaron que el timón
es parte importante de la embarcación
y, perdiendo el rumbo del corazón, 
se fueron a pique ...sin remisión.

Porque hubo, al final de la travesía,
epidemia a bordo de monotonía:
el mar se secó y huyeron los peces,
Poseidón murió ocho o nueve veces...

Luego un vil pirata abordó el navío:
raptó a la sirena y se dejó el frío
anclado en el alma del marinero
que allí sigue, varado, en aquel velero

Esperando que vuelva su sirena,
haciendo un collar de coral y pena...
Quizás algún día cambiará tu suerte,
y ella huya del pirata ...y venga a verte.

Aunque, un día, olvidaran que el timón
era parte importante de la embarcación
y, perdiendo el rumbo del corazón, 
se fueran a pique ...sin remisión.


...Y venga a verte:
maldita sea, mi amigo, tu suerte.
...Y venga a verte:
si no viene ella, ya vendrá la Muerte.
...Y venga a verte:
ni te hagas el loco ni te hagas el fuerte.
...Y venga a verte:
la perdiste y perdiste; no quieras perderte.






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